A él le decian "Flechas"






Mientras dibuja círculos imaginarios sobre el mantel de flores de su mesa, Alba Luján evoca con precisión, fechas, lugares e historias de su esposo e hijo, quienes en su memoria constituyen las bases de un proceso en el cual trata de encontrar la verdad sesgada, la justicia denegada y la reparación postergada por años.

Ella es una mujer de piel morena, de baja estatura y carácter fuerte. Cuando habla, sus palabras describen con detalle una historia que ha contado con premura con el afán de buscar la reparación que quiere legar a sus hijos.  Luego de 26 años de haber sufrido la muerte de su esposo Carlos Orlando Rúa Montoya a manos de la guerrilla de las FARC, y 13 de afrontar la pérdida de su hijo Leonardo Luján, por obra de los paramilitares, “La viuda de Rúa”, como la llamó un guerrillero que le quitó las escrituras de sus tierras, desea conseguir una vivienda propia con el dinero que le devino de la reparación de su esposo.  


Salió de Vegachí hacia la vereda de Cañaveral que queda cerca a Remedios y Segovia en el departamento de Antioquia en el año de 1976. Allí, su esposo Carlos compró una tierra, en ese entonces tenía únicamente 4 hijos: Doris, Dalcy, Carlos y Leonardo. Una vez instalados en esta zona, comenzaron a laborar buscando un bienestar económico, su esposo cortaba madera, mientras que ella se encargaba de alimentarlo a él y a su familia.
El 18 de octubre de 1984 Carlos fue asesinado por la guerrilla de las FARC y entonces comenzaron los problemas para Alba, quien salió desplazada  de allí, huyendo de la violencia, con unos costales llenos de cuerdas que utilizó para hacer el levantamiento del cuerpo de su esposo. Luego volvió a su casa para recuperar algo de lo que había perdido a manos de la guerrilla, para terminar viviendo con su hermano quien la ayudó con sus hijos. 

El 7 de noviembre de 1997, su hijo Leonardo fue sacado de su  de su casa en Las Minas del Vapor, cerca al municipio de Puerto Berrío a la media noche. ¿Quién es flechas aquí? Dijeron los dos encapuchados que lo sacaron con las manos amarradas a la espalda para reunirlo con otras 3 personas que también serían asesinadas. Después de esto Alba Luján vino a Medellín y desde ese momento comenzó su trajinar por juzgados, reuniones de victimas y manifestaciones públicas.

Alba Luján y su hija Dalcy Luján.

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